Emir tenía tan solo dos años y cuatro meses cuando fue degollado por su madre, el sábado, en su domicilio ubicado en Alto Mirador, en el sur...
Emir tenía tan solo dos años y cuatro meses cuando fue degollado por su madre, el sábado, en su domicilio ubicado en Alto Mirador, en el sur de la ciudad de Cochabamba.
La asesina usó un cuchillo para cometer el crimen. Hoy está tras las rejas. Con su ser destrozado y en medio del llanto, el padre del niño suplicó perdón.
"Perdón hijito, soy un mal padre, quiero pedirte perdón”, imploró frente al pequeño ataúd blanco.
Según relata la abuela de la víctima ,ella había salido de su casa cerca de las 5:00 para ir al mercado, por lo que dejó a su hija con su nieto. “Cuando he llegado ya había estado muerto el bebé, lo había matado. Se ha reído nomás”, contó la mujer 56 años.
Ella aseguró que cuando le consultó por la wawa, ella se ha reído nomás. “‘No quiero que esté con su papá’, me ha dicho”, relató la mujer, tras asegurar que con ese argumento su hija justificó el asesinato. “‘Por eso lo he matado, para que no moleste’, me ha dicho”, indicó la abuela.
La mujer contó que el papá del niño es policía y desde hace tiempo no estaba cumpliendo con la asistencia familiar, razón por la que ella y su esposo se hacían cargo de la manutención del pequeño.
La denuncia fue planteada por la abuela tras los hechos. La madre del niño está aprehendida y denunciada por el delito de infanticidio y ahora espera su audiencia cautelar.
De acuerdo con un reporte de Bolivisión, sobre el pequeño ataúd del niño estaban sus objetos más queridos: juguetes y su mamadera.
“Adios papito. Dios te bendiga hijito, ve con Dios”, dijo el abuelo del niño mientras toda la familia soltó los globos blancos.
Desde enero a la fecha se registraron al menos 18 casos de infanticidio en el país.
Fuente: REDUNO
