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Fuente: Andina
(Redacción Radio Positiva Perú)
El dinero no cayó del cielo. Según el testimonio de Jorge Barata, ex representante de Odebrecht en Perú, la empresa brasileña aportó un total de US$1 millón a través del denominado Departamento de Operaciones Estructuradas, conocido por manejar fondos para actividades ilegales. Barata afirma que las negociaciones se realizaron principalmente con Jaime Yoshiyama, entonces jefe de campaña de Fujimori, y que el dinero se entregó en efectivo para evitar su rastreo. La fiscalía ya dio cuenta que a pesar de que Barata se niegue a declarar ante el tribunal, cuentan con estas declaraciones realizadas por el mismo empresario años anteriores.
El exejecutivo brasileño sostiene que, si bien nunca trató directamente con Keiko Fujimori sobre estas donaciones, presume que ella estaba al tanto de los aportes. Barata explica que la decisión de aumentar la contribución a la campaña de Fujimori se tomó para equilibrar el apoyo previamente dado a Ollanta Humala, buscando asegurar una posición favorable con quien resultara ganador de las elecciones. Este esquema de financiamiento ilegal formaba parte de una estrategia más amplia de Odebrecht para asegurarse contratos millonarios en infraestructura.
Las declaraciones de Barata se suman a las confesiones de Jorge Yoshiyama, sobrino de Jaime Yoshiyama, quien admitió haber depositado dinero en efectivo en las cuentas de la campaña utilizando falsos aportantes. Esto refuerza la acusación de la Fiscalía sobre presunto lavado de activos. A pesar de estas evidencias, Keiko Fujimori y su partido, Fuerza Popular, continúan negando haber recibido fondos de Odebrecht, insistiendo en que no existen pruebas concretas más allá de las declaraciones de Barata.
El caso, conocido como "Cócteles", sigue su curso legal mientras la Fiscalía busca presentar estos testimonios ante el tribunal. La defensa de Fujimori argumenta que las declaraciones de Barata son contradictorias y deficientes, mientras que la líder política mantiene su posición de inocencia, afirmando que el proceso judicial demostrará la falta de evidencias concretas en su contra. "Mi actitud como siempre es dar la cara, por eso estamos acá" mencionó Fujimori sobre el caso. Este escándalo de financiamiento ilegal ha sacudido la escena política peruana y podría tener serias implicaciones para el futuro de Keiko Fujimori y su partido.
