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Tras la suspensión de Delia Espinoza como fiscal de la Nación, y la asunción interina de Pablo Sánchez, fuentes confirmaron que el fiscal supremo Tomás Gálvez ha sido designado como la nueva cabeza del Ministerio Público, al ser el tercero más antiguo en el cargo.
La decisión coloca nuevamente en el centro de la escena a un personaje altamente cuestionado en el sistema de justicia. Gálvez es conocido por haber estado implicado en el caso Los Cuellos Blancos del Puerto, la red de corrupción que operaba a través del tráfico de influencias en diversas instancias judiciales del país.
Su trayectoria en el Ministerio Público terminó de forma abrupta en 2021, cuando la Junta Nacional de Justicia (JNJ) dispuso su destitución por faltas disciplinarias consideradas graves. Dicho fallo respondió a las investigaciones que lo señalaban como parte de las conexiones que debilitaban la autonomía e imparcialidad en la administración de justicia.
Ahora, su regreso en un cargo de relevancia genera preocupación en diversos sectores, que advierten que la designación de Gálvez podría socavar la credibilidad del Ministerio Público en un contexto de crisis institucional.
