Un infernal incendio en la zona de Barrios Altos, originado en el sexto piso de un edificio que funcionaba como depósito ilegal de juguetes ...
La emergencia evidenció, una vez más, el grave peligro que genera la informalidad y la falta de fiscalización municipal efectiva en todo el Cercado de Lima. Además, una banda de extorsionadores habría provocado el voraz siniestro.
Anoche, el comandante del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGVBP), Juan Carlos Morales, dijo que la emergencia estaba “confinada”, pero aclaró que “eso no quiere decir que el peligro ha pasado”. De hecho, al cierre de esta edición los bomberos aún no podían controlar totalmente el incendio.
LOS HECHOS
El siniestro, catalogado como código 4, se inició a las 6:07 p.m. del lunes en el último piso del edificio del jirón Cangallo 400. Mario Casaretto, portavoz de la Municipalidad de Lima, dijo que el piso donde se originó el fuego estaba construido con material drywall y funcionaba como un depósito clandestino de juguetes y plásticos.
Debido al abundante material inflamable, el fuego se extendió y afectó a cuatro edificios aledaños.
La emergencia necesitó la intervención de más de 50 unidades de bomberos, incluyendo autobombas y ambulancias. Sedapal intensificó la presión del agua en la zona y desplegó seis camiones cisterna.
Por su parte, el Ministerio de Salud (Minsa) informó que 17 personas sufrieron lesiones por inhalación de humo, mientras que el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) reportó un total de 25 afectados, entre ellos cinco bomberos y un trabajador de Sedapal que terminó con un dedo amputado.
La Municipalidad de Lima dijo que registró a 20 familias damnificadas y 14 afectadas, para quienes instaló un albergue temporal en la plaza Italia.
INFORMALIDAD Y EXTORSIÓN
Para los bomberos voluntarios que atienden voraces incendios en el Cercado de Lima, la zona de “Barrios Altos es el almacén de Mesa Redonda y el Mercado Central”, pues las familias de bajos recursos alquilan sus precarias viviendas a comerciantes que almacenan toneladas de mercadería y plásticos sin ninguna medida de seguridad ni supervisión efectiva por parte de la Municipalidad de Lima.
Precisamente, César Calderón, gerente de Gestión de Riesgos de Desastres de Lima, informó que el depósito donde se originó el voraz incendio fue clausurado dos veces, en 2023 y 2024; sin embargo, los residentes seguían arrendándolo como almacén.
Por la noche, el coronel PNP Juan Carlos Montúfar, jefe de la División de Investigación de Robos de la Dirincri, lideró ayer la captura de seis miembros de la banda criminal Las Panteras del Amanecer, dedicada a la extorsión a comerciantes formales e informales de Barrios Altos, obras de construcción y empresarios del centro de Lima y alrededores.
Según fuentes policiales, el cabecilla de dicho clan habría ordenado el siniestro en el jirón Cangallo, pues se le encontró un mensaje delator en su teléfono celular en el que otro criminal le informaba que ya había realizado el trabajo del incendio del depósito y exigía su pago.
Además, dicho sujeto le dijo que ya tenía en su poder un arma de fuego y una motocicleta para asesinar a la dueña de una chatarrería.
Los detenidos fueron identificados como Jeyson Uhemura (28), Jhordhany Rugel (21), Juan Manuel Díaz (33), Carlos Díaz (24), Gilmer Ríos (44) y Cristian Rojas (37).