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Este martes se cumplieron nueve días del bloqueo de la carretera Panamericana Sur en los tramos de Ocoña (Camaná) y Chala (Caravelí), pero en las últimas 48 horas se ha instaurado una política de “cero tregua”, afectando gravemente a viajeros, transportistas y residentes locales. La vía permanece cerrada no solo por los mineros artesanales que exigen la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), sino también por un grupo de transportistas de carga pesada que se han sumado a la protesta.
Convocados por la Confederación Nacional de Pequeña Minería y Minería Artesanal del Perú (Confemin Perú), los manifestantes tienen como nuevo objetivo llegar al kilómetro 48 para bloquear el ingreso a Arequipa. Desde Chala, diversas bases mineras se organizan para movilizarse hoy hacia el sector La Repartición, donde prevén unirse con delegaciones provenientes de Arequipa, Yanaquihua y Ocoña. Según el dirigente minero de Camaná, Eudez Acevedo, este desplazamiento fue acordado si el Congreso no aprobaba la Ley MAPE, lo cual finalmente ocurrió con el rechazo del dictamen en la Comisión de Energía y Minas.
En Ocoña, el bloqueo ha interrumpido el suministro de agua potable a seis anexos rurales: Huantay, Panarcana, Chiguay Huarangal, Alto Mollebamba, Hualla y Alto Ocoña. Esto se debe a que los camiones de carga que apoyan el paro se encuentran estacionados en zonas clave que impiden el acceso de los vehículos de distribución. El alcalde de Ocoña, Waldor Llerena Torres, informó que los pobladores están recurriendo al canal de riego y al río Ocoña para obtener agua, a pesar de que estos no son aptos para el consumo humano por estar contaminados.
La situación se complica por la presencia de más de seis mil mineros asentados en las inmediaciones del puente Ocoña, lo que ha desbordado la capacidad de abastecimiento de agua potable —prevista solo para unos cinco mil habitantes. Además, se ha generado una crisis ambiental: los manifestantes dejan basura, restos de comida, botellas y otros desechos, lo que ha deteriorado el ornato de la zona. Aunque la municipalidad logró recoger más de 30 toneladas de residuos en los últimos días, no puede transportarlos al botadero debido al bloqueo de las vías.
Unos 3 mil agricultores locales se han visto obligados a caminar largas distancias para atender sus parcelas, ya que no pueden utilizar sus vehículos. Asimismo, las clases escolares han sido suspendidas hasta nuevo aviso para proteger la integridad de los estudiantes de primaria y secundaria. Ante este panorama, el alcalde de Ocoña señaló que ya se han enviado oficios al Gobierno central, regional y provincial, así como a la prefectura, solicitando una intervención urgente.
En Chala, el panorama no es mejor. El alcalde Agustín Condori Motta informó que el abastecimiento de agua está completamente interrumpido, ya que las cisternas municipales no pueden ingresar debido al bloqueo, lo que ha obligado a clausurar los servicios higiénicos públicos. La acumulación de residuos también ha afectado el ornato urbano. Son cerca de 25 mil pobladores los que dependen de este servicio esencial, el cual se encuentra paralizado desde hace varios días. Aunque existe un proyecto de desalinización de agua marina para mejorar el suministro en el distrito, su ejecución está prevista recién para el próximo año.