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Durante la movilización realizada contra el nuevo gobierno de José Jeri y el Congreso, un joven de 32 años, identificado como Eduardo Ruíz Sánz, perdió la vida presuntamente a manos de un policía vestido de civil del grupo Terna, mientras descansaba junto a su hermano en la Plaza Francia.
Según testigos, el presunto agente, acompañado de dos mujeres policías, habría abierto fuego tras creer que estaba siendo seguido por manifestantes, impactando mortalmente a Ruíz.
El abogado de la víctima, Rodrigo Noblecilla, denunció que la Policía Nacional intentó manipular la investigación y alterar los hechos desde el momento mismo de la necropsia. Indicó que dos generales pretendieron asumir el control del caso con el fin de “acomodar la verdad” y modificar la versión oficial.
“Jamás había visto que dos generales intentaran llevarse el cuerpo sin el consentimiento de los familiares, tratando de imponer su competencia sobre la investigación”, señaló Noblecilla en declaraciones.
El abogado explicó que los policías quisieron trasladar el cadáver con el argumento de continuar las diligencias, pese a que los exámenes requeridos podían realizarse en el hospital con técnicos especializados. Ante ello, los familiares y su defensa legal se opusieron firmemente.
Además, Noblecilla relató que uno de los coroneles afirmó tener una orden telefónica para que la PNP asumiera la investigación, e incluso intentó presionar al fiscal a cargo para que se apartara del caso. Sin embargo, el fiscal se negó a hacerlo y ratificó que las diligencias debían mantenerse bajo supervisión del Ministerio Público, sin interferencias policiales.
